miércoles, 20 de mayo de 2015

ENTREVISTA AL POETA JONATAN LIPNER (BS AS-STA FE) POR LA BCN RADIO

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=GZLjbWRM8LA


POETAS ARGENTINOS: CONDUCE CLAUDIA AINCHIL, LA ACOMPAÑA MARIA ALEJANDRA FIGUEROA . PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO AINCHIL.
LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/

        JONATAN LIPNER (BS AS-STA FE) 

El Operario

El tipo saluda a los guardias
pasa la tarjeta por el lector
y ficha el horario de entrada
de ahí al vestuario
a calzarse la ropa de trabajo
para ir a su sector
atravesando
un laberinto de máquinas
que no comprende
ni necesita comprender
Llega hasta su lugar
en la cadena
y empieza
lo esperan ocho horas de trabajo
haciendo lo mismo
haciendo lo mismo
haciendo lo mismo
haciendo lo mismo
haciendo lo mismo
las manos operan
separadas de la cabeza
armar, ordenar, apilar
es más natural que respirar
cada dos horas
creo que lo dice la ley
le corresponde un descanso
quince minutos
para ir a mear
fumarse un pucho
tomar agua
Después
a volver una vez más
a la panza de la bestia
a llenarse de olor a queso y lavandina
tan fuerte
que se pega a la piel
como una etiqueta:
uno es queso y lavandina
para volver otra vez
a su lugar en la cadena
a que las manos operen
más allá de la cabeza
y la cabeza carbure
más allá de la fábrica
la fábrica nunca podrá
meterse en las cabezas
y son ocho horas
de sacar cuentas
¿me alcanzará para el alquiler?
¿podré pagar la luz?
deudas, deudas, deudas
sueños, sueños, sueños
deudas y sueños
el que anda a pata
piensa en la moto
el que anda en moto
piensa en el auto
el que anda en auto
piensa en la casa
como ratas en una carrera
no paran
sólo que en realidad
somos ratas en una rueda
El que lo tiene todo
se inventa cosas que no tiene
y le echa la culpa por la carencia
a los que no hacen nada
como el dueño de la fábrica
pero sin plata.
A la mitad de la jornada
creo que lo dice la ley
hay que ir al comedor
un limbo triste y desolado
sentado inclinado hacia delante
uno come sus mendrugos
y toma algo, aunque sea mate
y mira el reloj
tiene media hora de esparcimiento
le queda media jornada por recorrer
algunos
los más osados
espían, si el horario ayuda
a las chicas de administración
princesas de oficinas con aire acondicionado
dos mundos separados por un pasillo
el reloj sigue su marcha
y uno debe arrastrar
el sudor y la suciedad
de vuelta al sector
lavarse los botines o las botas
echarse desinfectante en las manos
lo único sucio son los operarios
que se ponen su cofia
antes de abrir la puerta
para que el adn de su pelo
no arruine ninguna partida
uno se pasa ocho horas viendo rostros
sólo rostros, como máscaras
sin pelo
si los vieras en la calle
no los reconocerías
la cofia nos iguala en la pena
la cofia nos iguala en la servidumbre
llevamos cofia
somos recursos humanos
Entonces se hace la hora
y llega tu reemplazo
a agarrar la posta que dejaste
porque las máquinas no paran nunca
el hombre sigue el ritmo de la máquina
el hombre está al servicio de la máquina
y uno vuelve, cansado, a los vestuarios
y se pone su ropa de civil
sólo entonces aparece el otro
sólo entonces te das cuenta
de que no sos vos el que labura al lado tuyo
algunos se ponen desodorante
esperanzados
pero es inútil
una vez pases la tarjeta por el lector
y fiches el horario de salida
y saludes a los guardias en la entrada
caminarás libre por la calle
pero llevarás en la piel
el olor de la fábrica

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